CARTAS A MI PADRE. SEGUNDA CARTA.
SEGUNDA CARTA
Han pasado muchos años desde aquel día en que te fuiste. Ahora es cuando intentas ejercer de padre. Un padre que nunca fuiste.
Ya no me haces falta, mamá me enseñó todo lo necesario para sobrevivir a este mundo.
Te voy a querer siempre, eres mi padre y eso nadie lo pone en duda, sería una tontería hacerlo, soy igual que tú, el más fiel reflejo.
Pero a la vez, somos muy diferentes en muchas cosas. La primera y más importante, sería incapaz de abandonar a mi hij@. Eso lo he aprendido de ti. Gracias por enseñarme lo que no quiero ser en la vida.
Ahora no me sirven de nada tus preocupaciones, que las agradezco, pero no son necesarias. Lo fueron un tiempo atrás, cuando mamá tenía que llevarme a urgencias porque me pasaba algo, y tenía que hacerlo sola porque tú no estabas.
Siempre fueron primero los demás y después yo. Con el tiempo eso no ha cambiado, sigo estando en el último lugar de tu lista.
Sigue doliendo, aunque cada vez un poquito menos, ya no importa tanto.
Aun así, todavía no puedo perdonarte.
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