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Mostrando entradas de abril, 2020

LOS REINOS DE ÖSÁRNUR: II

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II — Brenzac, ¿cómo se encuentran tus padres? Últimamente no los he visto mucho por el castillo. Brenzac no podía dejar de pensar en su familia. ¿Qué opinarían de la carta que les había dejado escrita? — Se encuentran bien. Estos últimos días han faltado varias veces al trabajo, mi hermano pequeño, Gurdon, ha estado enfermo, pero creemos que han dado con la cura. — ¡Vaya! No sabía nada al respecto. — No pasa nada Dorton, lo hemos intentado mantener en secreto, ya sabes que a mi familia no le gusta que la traten con pena. Brenzac era el segundo de cuatro hermanos. Cuando fue lo suficientemente mayor comenzó a ayudar a sus padres en las labores del campo, cuidaba los animales y se encargaba de sus dos hermanos pequeños. Al cumplir la mayoría de edad, Brenzac quería trabajar fuera de casa y aportar economía al hogar, por lo que solicitó un puesto de trabajo como siervo del Rey. Pronto se ganó la confianza de éste y fue ascendiendo poco a poco, hasta que Maldon le ofr

LOS REINOS DE ÖSÁRNUR: I

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I Todavía era noche cerrada en Etris cuando Dorton llamó a su puerta. Brenzac, ataviado con sus ropas de viaje, estaba esperándolo con un té humeante en la mesa. La morada en la que vivía carecía de lujos, pues una familia de sirvientes no podía permitirse otra cosa. A pesar de ello era un hogar, uno de esos que era casi imposible encontrar en el reino. Brenzac vivía con sus padres y sus hermanos, dos más pequeños que él y una hermana mayor a la que adoraba. Aquella noche, por cuestiones laborales, sus padres y su hermana estaban fuera de casa, tan solo sus dos pequeños hermanos se encontraban en ella y, a aquellas horas, estaban durmiendo. Brenzac se preguntaba qué pensarían sus padres cuando volviesen del trabajo y él no se encontrase allí, dejando a sus hermanos solos. No había querido contarles nada acerca de la misión que el Rey le había encomendado, no lo entenderían. "Demasiado peligroso" diría su madre, "no serás capaz" añadiría su padre, &

LOS REINOS DE ÖSÁRNUR: Prólogo

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PRÓLOGO Unos fuertes golpes en la puerta le despertaron. — ¿Qué demonios...? — Otra vez aporrearon la puerta. Aquella mañana no esperaba a nadie, así que no se levantó, pero los golpes insistían. Tras una breve pausa, los golpes se reanudaron, esta vez acompañados de una voz fuerte y grave: — ¡Brenzac, sabemos que estás ahí, abre la puerta en nombre del Rey! Al escuchar estas palabras del capitán de la guardia del Rey no le quedó más opción que levantarse y abrir. Tras la puerta se encontraba un escuadrón de soldados de palacio, sin duda el Rey lo reclamaba y debía ser algo importante, ya que el número de soldados que se personaron en su puerta escapaba de su entendimiento. Se vistió con su ropa de trabajo, unos pantalones negros y una camiseta blanca bastante agujereada, otro día más llegaba tarde. Quizás la visita de los soldados se debía a su mala puntualidad, pero no era algo usual que la guardia del Rey se personase en casa de un siervo para llevarlo a su p